sábado

Monólogo

Con vos hice todo mal


Encima te lo manda con icono de carita triste y todo. Y ahi una se empieza a hacer la cabeza y se plantea la posibilidad que quizás el pibe de verdad esta arrepentido y que de ahora en más va a hacer las cosas “bien”.
INGENUA. POBRE INGENUA.
Resulta que después de esa hermosa frase que a vos te movió todo, que el estómago te quedó como si hubieras estado subida a la montaña rusa ocho horas y tu tonto corazoncito parecía que se iba a salir de la emoción el tipo no hace otra cosa que embarrarla más. Si... Así como lo escuchas.
Termina haciendo las cosas, no mal, si no para la mierda.
¿Por qué? No sabes.
Nunca lo entendiste, ni lo vas a entender. No sabes si te lo dijo para cagarte un poquito la vida, porque no le importas y solo quiere tenerte ahí para cuando a el se le da la gana, o en serio lo siente pero su inmadurez puede mas y no sabe manejar situaciones. Vaya una a saber.
Pero, ¿querés que te diga un secreto? Le vas a perdonar TODO.
Si. Porque lo querés, y seguís pensando que él también, de una forma demasiado rara, pero también te quiere.
Hasta que llega un día en el que te chocas de pechito con la verdad, así, cara a cara dejándote con el corazón hecho polvito y lo único que te sale a vos es gritarle verdades y una que otra puteada porque no entendés como puede ser que haya en la Tierra alguien tan hijo de puta. Pero al final vos terminas quedando como la pendejita histérica que nunca entendió que el pobre chico estaba en su último año de secundaria y quería cojerse a media provincia. :)



Bienvenido señor agosto.

No hay comentarios: