viernes

Poema a una falacia.

Los pesqué justo.
Cuando los separó un relámpago de silencio. Ese en estado puro.
Ahí estaban petrificados, mirándose. Se miraban con ganas.
Nunca pude olvidar aquel momento.
Ella era insomnio, fue insomnio un tiempo.
Él escéptico, no creía ni en él. (Ella tampoco)

No se hablaban. Hay momentos en los que solo nos queda observar.
Abrir los ojos bien grandes, para así no volverlos a cerrar jamás.

Él la tocó con un dedo, el índice.
Ella lo capturo en una fotografía en blanco y negro. Tenía visión acromática por aquella época.
Y comenzó todo.
Saliva mezclada con sudor. Sudor mezclado con media ternura.
Media ternura mezclada con un tercio de cuasiamor.
Un tercio de cuasiamor con litros y litros de silencio.
Y frío. Hacía mucho frío, de ese que se parece al miedo.
Si, porque también hubo miedo pero camuflado de coraje, por eso quizás no lo notaron,
y un abrazo.
Y terminó todo.

Se durmieron algo juntos.
Se despertaron algo solos, por unos segundos nada más.

Ella con un par de moretones en las piernas y otros en el alma que acababan de sanar.
Él, ateo, temeroso de creer ahora creía más que nunca…  en todo.

Y sonrieron.

2 comentarios:

Natalia Maggi dijo...

"Se durmieron algo juntos.
Se despertaron algo solos"

Me ha pasado eso de dormir en camas enemigas, de despertar en clima de posguerra y soledad.



Excelentes adjetivos, me gustó mucho.
Saludos!

- Piojo - dijo...

"Se durmieron algo juntos.
Se despertaron algo solos" ...

Que verdad hay en todo eso, que realidad existe dentro de esas palabras y que soledad es al despertar en ese hecho.

Muy bueno .