viernes

Adaptación.

Las rumbitas que armamos para escapar de nuestros mambos, con feas, horribles carcajadas que después se nos terminan riendo en la cara, hacia lo ojos. ¿Cómo bancamos este infierno? Somos gente de máscaras, de cirugías estéticas implantadas en el corazón. Es fácil, se nos derrite una y reconstruimos otra con pedazos de las que ya se nos cayeron.

Somos leñas que se consumen a destiempo y fantaseamos con arder en llamas pero la nube gris de los recuerdos aparece con su tormenta para apagarnos. (Alguien ya rompió este corazón, alguien ya me lastimo, yo ya sufrí cosas mejores que estas mierda).

Preferimos refugiarnos en la soledad más sola y oscura, para que nadie nos descubra enteros, hoy en día todo bien por la mitad, hasta las personalidades, pedimos que nos laman las heridas en alguna noche de tierra llena en la luna pero nunca sabemos guiar hacia donde están y aquellos terminan abriendo otras, todavía mas profundas.

La televisión, el Internet. Toda tortura fundamentalista que te empieza a atrofiar la cabeza y formar parte de ese mundo de las relaciones a través de LCDs y pantallitas titilantes de celulares. Ya nada de abrazos de verdad. Tomar de más, fumar de más, drogarse de más, hacer cada vez menos.. Tomar de más, fumar de más, drogarse de más, hacer cada vez menos.

Y la vida se nos pasa, sin nosotros, que nos arrastra porque no queda otra, porque estás pegado en esa foto que esta subexpuesta y sobrexpuesta al mismo tiempo. Ahí andamos con nuestra cara, nuestro cuerpo de colgado perdiendo a cuantas magas zulúes se nos cruzan por el camino. Claro, nadie quiere que se nos mezcle nuestros venenos.

Y las flores judoka no se cansan nunca de esperarnos, pero ya no están tan suaves como la primera vez que las tocamos, ni tan ingeniosas, demasiado odiosas pero fieles, aunque no quieran siempre fieles, esperando el momento de que te pases la boca con la mano y te hundas con ellas.

La dicha no es una cosa alegre queridos amigos. Dura un rato. Después se va y nuestro ángel que loo puteábamos por boludo se nos mea de risa en la cara mientras desaparece.


Y ahí te quiero ver lindo. Ahí te quiero ver..

No hay comentarios: